HUELLA DE CARBONO
06
Feb

La huella de carbono y cómo se calcula

La huella de carbono representa el impacto que tiene sobre el clima el desarrollo de una actividad y, por lo tanto, su cálculo es el primer paso ineludible para poder trazar un plan de reducción medible cuantitativamente. Es decir, es la cantidad total de emisiones de gases efecto invernadero (GEI) emitidos por un individuo, organización, evento o producto de forma directa o indirecta.

SOLUCIONES

De esta manera y con este cálculo se pueden determinar las posibles soluciones para reducir esas emisiones. Soluciones que resultan esenciales en cuatro aspectos:

  • Si se trata de una empresa, la reducción de la huella de carbono hará mucho por mejorar su imagen y reputación de cara a las acciones que haga contra el cambio climático.
  • Gracias a ese cálculo de emisiones se pueden evaluar y valorar todos los riesgos asociados a la destrucción ambiental del planeta. Un análisis que facilitará la identificación de modelos de ahorro y nuevas oportunidades de negocio en este aspecto.
  • En un ámbito doméstico podemos hacer mucho por reducir esa huella de carbono en pro de mejorar la eficiencia energética de una casa.
  • Y es que no solo se trata de un compromiso ético, el reducir esas emisiones, sino que es parte de la legislación a cumplir en relación a la huella de carbono

Por ejemplo, empresas como Adif se ha comprometido a neutralizar su huella de carbono de aquí a 30 años e Iberia hará lo mismo junto a otras compañías como Endesa, El Corte Inglés, Navantia o BBVA. En este último caso, las compañías que tengan acuerdos corporativos con Iberia podrán compensar sus emisiones a través de un proyecto de reforestación.

¿Cómo se calcula la huella de carbono?

Calcular la huella de carbono es muy importante por muchas razones, ya que es un comienzo bueno para responsabilizarnos con la sostenibilidad y la eficiencia energética. ¿Cómo? Sabiendo de antemano cómo repercute su ciclo de vida, cuánto contamina y cómo contribuye a generar gases de efecto invernadero.

Existen dos metodologías para ello. La denominada PAS 2050 que desarrolla el análisis del ciclo de vida y el ecoetiquetado y por otro lado la llamada GHG Protocol. Esta última sigue las directrices de las Naciones Unidas en el área del cambio climático.

EMMA

Sin embargo, si hablamos de edificios, el modelo usado es el EMMA (Environmental Management Solution) gracias al cual se recoge toda la información disponible sobre el uso de la electricidad o consumo eléctrico, las previsiones meteorológicas, el empleo de combustibles para la calefacción, la calidad del aire, los residuos o el tráfico de personas. Con esos datos se crear una especie de “fotografía” de la huella de carbono diaria de esa vivienda y se compara con datos histórico. Así es como se hace una previsión óptima para reducir esa huella de carbono en los hogares.

A NIVEL PERSONAL

Por último, a nivel personal también se puede ser más amable con el entorno que nos rodea. Así, algunas medidas eficientes pasan por:

  • Comer menos carne y apostar más por productos de origen vegetal cuyo cultivo y producción no es tan contaminante.
  • No comprar de forma compulsiva tanta ropa. Sobre todo, prendas con un ciclo de vida muy corto.
  • Apostar por los transportes y desplazamientos sostenibles.
  • Seguir la máxima de reutilizar, reciclar y aprovechar en lugar de la de usar y tirar.