La contaminación ambiental: un peligro actual para nuestra salud
En la actualidad, la contaminación ambiental es la responsable de unas 10.000 muertes anuales en España, además de colarse entre las 5 primeras causas de mortalidad a nivel mundial como apuntan desde la Organización Mundial de la Salud.
Pero antes de ese fatídico final, ese ambiente es el responsable de muchas de las afecciones de salud que puede tener nuestra familia tras años respirando un aire contaminado.
Así, según explican responsables médicos del Instituto de Salud Carlos III, existe una estrecha relación entre la contaminación atmosférica y el riesgo de que, tarde o temprano, aparezcan enfermedades como cáncer (de mama, pulmón o garganta), diabetes tipo 2, demencia, patologías del aparato respiratorio como asma, párkinson o alzhéimer. Y todo esto por culpa de unos contaminantes peligrosos como el ozono, el plomo, el dióxido de azufre o el monóxido de carbono.
Nadie escapamos de estos peligros, pero niños y personas mayores son los colectivos de población más indefensos en este sentido, además de las personas que tienen enfermedades crónicas.
¿Cómo pueden ayudar las casas pasivas o passivhaus para frenar los niveles de contaminación?
¿Y qué puedes hacer para evitar estos efectos?
Mi consejo es que, antes de actuar en algunos momentos de tu vida, pienses en el respeto al medio ambiente y en el mundo en el que vivimos. Así, a nivel personal podemos tener un comportamiento más cívico si reciclamos nuestros residuos, usamos el transporte urbano, compramos un coche que sea menos contaminante o ayudamos a preservar los recursos naturales de los que disponemos.
Pero, además, podemos pensar en el hogar en el que vivimos y en este caso, las casas pasivas o passivhaus, se antojan como una buena solución para no “cargarnos” el planeta en el que vivimos. El nombre “casa pasiva o passivhaus» tiene que ver con que, una vez construida, la casa está situada con la orientación perfecta y tiene la estructura adecuada para que la naturaleza la provea beneficios, sin necesidad de gastar dinero de más ni recurrir a recursos externos.
Es pasiva porque es y está situada óptimamente y recibe energía y la aprovecha sin necesidad de ser mejorada. Por lo tanto, no tenemos que recurrir a otros tipos de elementos contaminantes para dar vida a nuestro nuevo hogar.
“El arquitecto del futuro se basará en la imitación de la naturaleza porque es la forma más racional, duradera y económica”. Eran palabras de Gaudí que eran cuanto menos premonitorias. Sin embargo, la arquitectura pasiva da un paso más a estas palabras ya que las casas pasivas o passivhaus, suponen una eficiencia energética mucho mayor que la construcción tradicional. Y es que lo que es bueno para tu economía, también lo es para el planeta. El hogar que todos compartimos y que tenemos la obligación de cuidar.
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